Capitulo 3

Capitulo 3

(Pasado)

-Muchisimas gracias.-dijo- soy Fysiguie, diosa de los bosques y de las aguas, por tu valentia al meterte en el agua helada, reconosco que estoy ante una persona con un excelente corazon.
-Mis saludos, hermosa dama. Que la trae por aqui?- dijo el asombrado rey-
-Tengo pensado entregarte a una criatura unica en el mundo, que como la cuidaras tú sera media elfa y media diosa. No es mi hija, ni tampoco tuya, pero la deberas criar como tal. Ella hara un cambio importante para esta mundo. Podras hacer lo que te pido? - agrego-.
- Si, eso espero. Como la llamare?
-Estaba pensando algo asi como Neytiri. Era el nombre de mi madre.
- Entonces, me presentas a ella?- dijo el Rey Ahomezon-.
Fysiguie saco de su capa a un bebe en una manta y mientras el la admiraba, desaparecio.
-No puedo volver con un bebe en mis brazos y no decir como lo encontre- penso Ahomezon-.
Luego de pensar otro rato mas, se dirigio al castillo diciendo- Cuando algunos de tus deceos se hacen realidad, podemos decir que estamos en realidad en presencia de la verdadera magia.

-Mi Rey! y ese bebe? - dijo Sabahda.
-Ella, mi querido Sabahda es un regalo de los dioses. Se llama Neytiri, y tu junto a Panbiella la educaran.
Lo que no sabian ni Ahomezon ni nadie, era que Sabahda y Panbiella estaban enamorados. Por eso, cuando el Rey Ahomezon murio en la punta de la montaña sagrada, la feliz pareja la adopto a Neytiri como su hija.
Aunque Naytiri siempre supo la verdad, ella veia a Sabahda y Panbiella como su padre y su madre. Pero lamentablemente los dioses presisaron a Panbiella y ninguno de los dos la volvio a ver nunca, aunque no la olvidaron, pero la recordaban en silencio.

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Al cumplir la mayoria de edad, Neytiri se hizo cargo de una Ciudad cercana a Miveta, que le lego su padre. Ahi vivia en un palacio de cristal con Sabahda, su tutor, Alhaja, un unicornio que rescato de un cazador, Sharp, su mejor amigo y todo el consejo.
Pero un día, mientras daba su paseo matutino por los jardines, una luz aparecio delante de ella, al mismo tiempo que caia desmayada. Dormida vio a una diosa que le dijo: